CONDESA SHORTSHOT

Obras donde aparece: Teorema de Thales / Zamba de la ausencia / Té para Ramona / Berceuse / El polen ya se esparce por el aire / Epopeya de Edipo de Tebas / Bolero de Mastropiero

La condesa Shortshot no fue la primera amante de Mastropiero, pero sí la de mayor importancia, y su relación se mantuvo en el tiempo, a pesar de las repetidas muestras de infidelidad que el autor presentó en estos años. En las obras musicales compuestas a lo largo de este periodo las alusiones a la condesa son constantes.

Por ejemplo, Johann Sebastian Mastropiero dedicó su divertimento matemático, op. 48, el "Teorema de Thales", a la condesa Shortshot, con quien, tal y como se ha dicho, viviera un apasionado romance varias veces, en una carta en la que le dice: "Condesa, nuestro amor se rige por el Teorema de Thales: cuando estamos horizontales y paralelos, las transversales de la pasión nos atraviesan y nuestros segmentos correspondientes resultan maravillosamente proporcionales".

Es conocido el episodio acaecido cuando Johann Sebastian estaba tomando uno de sus habituales baños turcos, en compañía de la condesa Shortshot, y de pronto fue presa de una arrobación mística; interrumpió su diálogo con la condesa y corrió por los pasillos gritando: "¡quiero un pentagrama, quiero un pentagrama!"; "quién lo hubiera dicho, tan hombre que parecía", comentó apabullada la condesa. En sus memorias Johann Sebastian escribe: "Estaba con la condesa Shortshot, en los baños, cuando oí una música celestial y corrí desesperado a volcarla en el pentagrama. En el diario de la condesa puede leerse a su vez: "Y no tuve tiempo de avisarle que esos sonidos, que él creía provenir del más allá, eran la música funcional de los baños". Johann Sebastian siguió corriendo hasta la calle y fue detenido; pero tuvo tiempo de escribir "Té para Ramona" antes de que el comisario lo vistiera.

Otro ejemplo de romance ocasional de Mastropiero con amantes ocasionales durante su relación con la condesa Shortshot es el que mantuvo con la arhiduquesa Úrsula von Zaubergeige. Johann Sebastian descubrió que la erguida y exhuberante archiduquesa le recordaba a la condesa Shortshot, por una parte, y a su propia madre, también por esa parte. En otra ocasión abandonó por un tiempo a la condesa Shortshot y se fue a meditar a una solitaria mansión campesina con cuatro modelos amigas. Por fin pudo dedicarse de lleno, en la tranquilidad de ese paisaje agreste, a la creación y a la experimentación. También componía música.

Tras una de las separaciones, Johann Sebastian había comenzado a extrañar intensamente a la condesa Shortshot. Enterado de las reuniones folclóricas que se realizaban en el castillo de ésta y presa ya de una tremenda nostalgia, le envió a la condesa una zamba, compuesta especialmente, acompañada por guitarras y algunas líneas. La carta comenzaba diciendo: "Querida Condesa Shortshot, de mi mayor consideración, (Johann Sebastian siempre comenzaba sus cartas en Mi mayor),[...] he compuesto esta zamba que aquí le envío. Espero que mientras yo no esté allí, encuentre Vd. a alguien que se la toque, en su versión completa".

Mastropiero volvió al castillo de la condesa Shortshot con la frente marchita. Las nieves del tiempo habían plateado su sien, su sien derecha para más datos. Lo atendió un viejo criado, quien tan solo por la voz lo reconoció. A la dama, noble viuda de un guerrero, no le importó su pasado, ignoró el episodio de las cuatro modelos, total, la gente siempre habla. Se confundieron en un abrazo, la condesa quedó con los brazos extendidos y Johann Sebastian abrazó a la criada... se confundieron. Tres meses más tarde la Condesa daba a luz una hermosa criatura. "Los hombres me han hecho mal", dijo la condesa, a lo que respondió Mastropiero: "los hombres me la han hecho bien". Pero se resignó a reconocer a la criatura como propia. "No te quejes Johann, es natural", dijo ella, "sí, por eso me quejo", respondió el compositor, y dedicó a la criatura una canción de cuna, "Berceuse".

Un aspecto no bien conocido de la relación de Mastropiero y la condesa Shortshot es que tuvieron nada menos que seis hijos. Si bien él no quiso reconocer a sus hijos como propios, a cada uno le dió un nombre que dejaron pistas acerca de su progenitura, pues dado que "Shortshot" significa "golpe o disparo corto", encontramos esta etimología en todos ellos:

Giovanni Colpocorto, autor de "Voglio Entrare per la Finestra".
Mario Abraham Kortzclap, autor del tango Opus 11, "Miserere"
Patrick McKleinschuss, autor de la "Romanza Escocesa sin Palabras".
Rafael Brevetiro, autor de la "Oda a la Alegría Gitana"
Anatole Tirecourt, el boticario que recetaba a sus pacientes "Laxaton"
Johnny Littlebang, autor del "Manuela's Blues"

Cuando finalmente Johann Sebastian Mastropiero hubo de separarse de su amada condesa Shortshot, pasó por una repentina ausencia de inspiración, por una total imposibilidad creativa. Consciente de su incapacidad, Mastropiero resolvió dedicarse a la crítica musical, aceptar el cargo de superintendente de música de la comuna, ocuparse de la supervisión artística de un importante sello grabador y dirigir un conservatorio, el Centro de Altos Estudios Musicales "Manuela", en el que se formaron musicalmente alguno de sus propios hijos.