BRIGITTE COCO

Obra donde aparece: La Hora de la Nostalgia

Una de las varias mujeres que pasaron por la vida del famoso artista José Duval. En una entrevista televisiva hablaba sobre esta mujer, y cantó un fragmento de la canción que le dedicó, esta es la transcripción de esa parte del programa. (PR= Presentador - JD= José Duval).

PR: Hablemos un poquito de su juventud, allá por el siglo XII... por 1912, de sus primeros romances... de su relación con la bailarina Brigitte Coco.

JD: Ah, ja, ja, bueno, vea, Brigitte era mucho más joven que yo; sí todos son mucho más jóvenes que yo; y nunca olvidaré el día en que me dijo: "José", (porque ella me decía José)...

PR: ¿Por qué?

JD: Porque me llamo José ¿Qué le pasa joven? ¿No...? Me dijo: "José, pronto seremos tres".

PR: ¿Iba a tener un hijo?

JD: No, iba a tener un amante. Ya por ese entonces nuestro hijo tenia cuatro años y era mmmm.. y era mmmm..

PR: Music Hall.

JD: ¿Cómo una criatura va a ser Music Hall?. Oiga, de verdad me preocupa usted joven ¿no quiere que le recomiende mi pediatra?. No, nuestro hijo era mmmmuy travieso, y como todo hijo de artista no le gustaba irse a dormir temprano, entonces yo le cantaba para que se durmiera, aaaah le cantaba, aaaaah le cantaba, hasta que un día me dijo que prefería que le pegase.

PR: Todos recordamos aquella hermosa canción que usted compuso especialmente para ella, titulada "Solos, Brigitte y yo"; nos encantaría recordarla.

JD: Sí, sí, a mí también.

PR: El señor José Duval.

JD: El señor José Duval

PR:(Apuntando) Pasa el tiempo y al pasar...

JD: ¡Pero me sopla mal usted, hombre!

Pasa el tiempo y al pasar
borra el antes y el después
pero nunca he de olvidar lo que ocurrió aquella vez

eh... ¿qué ocurrió?

PR: (Apuntando) Entre rosas y gladiolos.

JD: Entre rosas y gladiolos
cuando el sol apareció
estábamos al fin solos
solos Brigitte y, y...

PR: (Apuntando) Y yo.

JD: Solos Brigitte y usted.

PR: No, usted.

JD: Ah, claro: Solos Brigitte y yo y usted.

PR: No, señor Duval, estaba usted solo.

JD: Se ve que Brigitte no había venido.

Y allí estaba, solo yo
con el cielo de testigo
junte coraje y exclamé:
quiero casarme... ¡conmigo!