GENOVEVA
Obra donde aparece: La Bella y Graciosa Moza
Hija de la duquesa de Lowbrige. Mastropiero era muy amigo de esta noble y madura mujer cuyos encantos no habían disminuido con los años: habían desaparecido. Mastropiero fingía ardorosa pasión por la duquesa, pero, a sus espaldas, le hacía la corte a su hija, Genoveva; de esta manera, siempre podía ingresar en el castillo y frecuentar a su nieta, Matilde. Semejante juego de simulacros galantes deba excelentes resultados; no era la primera vez que este sistema era utilizado... por las tres mujeres. La duquesa de Lowbridge era la presidenta de la Asociación Protectora de la Música Antigua, y en tal carácter encomendó a Mastropiero la composición de un madrigal para voces e instrumentos sobre alguna leyenda popular. Johann Sebastian comenzó entonces a indagar en las historias que se contaban en la aldea vecina al castillo. Conoció así la terrible leyenda del perro de un convento de carmelitas.. decía... conoció así la terrible leyenda del perro de un convento de carmelitas, que en las noches de luna llena se convertía... en hombre. O también la dolorosa leyenda del séptimo hijo varón de un pastor protestante, que en las noches de luna llena se convertía... al budismo. Por fin, Mastropiero decidió componer su madrigal sobre la simple historia de la moza que luego de lavar la ropa en el arroyuelo marcha al mercado, donde un pastor ofrece en venta una oveja. Pese a que la ve muy flaca, la muchacha decide comprarla. A la entrada del bosque, la oveja intenta huir, pero la niña la retiene. Luego, llega un esbelto jinete que se enamora de ella, (de la niña). La moza, tímida, no se atreve a responder a su galanteo. Por último, el jinete se marcha, y la muchacha se queda triste, añorándolo. Mastro... Mastropiero, en un principio, bautizó su madrigal, como era costumbre, con el primer verso del poema, lo llamó La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa; pero luego, la longitud de este primer verso le pareció inadecuada para un título, de modo que rebautizó a su madrigal, lo llamó La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa, la mojó en el arroyuelo, y cantando la lavó, la frotó sobre una piedra, la colgó de un abedul.