Obra nº: | 139 |
Espectáculos: | Bromato
de Armonio |
Discos: | Les Luthiers en Vivos |
Vídeos / DVD: | Bromato
de Armonio El Grosso Concerto ¡Chist! |
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Versión teatral, espectáculo Bromato de Armonio.
Teatro Coliseo, Buenos Aires, Argentina, 27 de junio, 1998.
MM:
Marcos Mundstock -DR: Daniel Rabinovich - JM: Jorge Maronna - CN: Carlos
Núñez Cortés - LP: Carlos López Puccio.
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MM:
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La
producción operística de Mastropiero sorprende por su
notable coherencia; pese a la diversidad de tantos dramas, comedias,
tragedias, al oír un fragmento de cualquier ópera de Mastropiero
se reconoce inmediatamente la mano del compositor; por su estilo, por
su fuerza expresiva, y sobre todo porque la música es siempre
la misma. Incluso, en los ensayos de sus últimas óperas
reunía a los cantantes, y en vez de partituras repartía
solo la letra. Por ejemplo, se conserva de su ópera "El
suplicio de sor Angélica" la letra del aria de soprano "Aléjate
de mí, que soy más pura que los ángeles",
con la siguiente indicación de puño y letra de Mastropiero:
cántese con la melodía de mi anterior ópera, "La
cortesana de Lamermoor", aquella que dice "Acércate,
papito, que soy más voluble que las aves". Como escribiera
el crítico musical, Harold Schönstein: "todas las óperas
de Mastropiero llevan su sello; el modo que tiene de componer óperas
es un verdadero modus operandi, como los delincuentes famosos; mejor
dicho, como otros delincuentes famosos. Por lo tanto", concluye,
"no comentaré más sus estrenos, enviaré al
cronista de policiales". Poco después, salió publicada
la siguiente crónica de una ópera de Mastropiero, dice
así: "Al levantarse el telón comparece el tenor (sexo
masculino, contextura mediana), y dando muestras de encontrarse alcoholizado,
increpa a la soprano, (contextura robusta, sexo indefinido), y le reclama
reanudar su relación; ésta se niega, profiriendo alaridos
y gritos desaforados, como si cantara. Ante lo cual, el arriba mencionado,
en estado de emoción violenta, extrae de entre sus ropas una
pistola, calibre veintidós, y le efectúa a la suprascripta
un disparo a quemarropa con orificio de entrada en el abdomen, y orificio
de salida... y orificio de salida. Luego, arrepentido por el ilícito,
toma entre sus brazos a la soprano (aproximadamente un tercio de la
misma); la damnificada, se repone satisfactoriamente de sus heridas
y, decidida a perdonarlo, lo estrecha en un fuerte abrazo. El tenor
lanza un estridente do de pecho, que prima facie, sería un pedido
de auxilio. La escena finaliza sin tener que lamentar víctimas
ni daños materiales". Esta escena es, precisamente, la que
no vamos a escuchar a continuación, ya que ninguno de los integrantes
de Les Luthiers se avino a representar el rol de la soprano; en cambio,
interpretaremos un fragmento de otra ópera de Mastropiero, pero
que lleva la misma música. Es la escena de "Daniel el seductor
ante la ventana de Juana María del Sagrado Corazón"
de su ópera "La hija de Escipión". |
DR:
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Soy
Daniel el seductor, y a la muy hermosa Juana vengo a cantarle mi amor al pie de su ventana. |
CORO:
|
Date
prisa señor, pues al alba despierta su padre. |
DR: |
Terminaré
antes de que amanezca. |
CORO: |
Date
prisa, señor. |
DR: |
...
de que amanezca... |
CORO: |
Date
prisa, señor. |
DR: |
...
de que amanezca... ¡más rápido no puedo! |
CORO:
|
Comienza
de una vez. |
DR:
|
Juana,
ya sé que es tarde, espero que puedas perdonarme; asómate, casta Juana, asómate a la ventana. |
CORO: |
No
te ha escuchado, debes llamar su atención. |
DR: |
Soy
Daniel el seductor y he venido a cantarte mi amor, y he venido a cantarte mi amor. ¡Juana! |
CORO:
|
¡Nooo! |
JM: |
No,
que puede escucharte su padre, Escipión. |
DR:
|
No
temo la ira de un anciano. |
CN:
|
Es
una locura desafiar la prohibición de cortejar a Juana María del Sagrado Corazón, la más noble, la más pura, la hija de Escipión. |
DR: |
No
temo a ese viejo cretino. |
JM: |
Escipión
ganó su fama luchando contra los infieles, por eso el pueblo le llama: Escipión el... |
DR:
|
¡No
me importa! |
JM:
|
Escipión
el... |
DR:
|
¡No
me interesa! |
JM: |
...
el asesino sanguinario. |
DR: |
No
me agradaría molestarlo. |
CN: |
Cántale
ahora, es tu oportunidad, se ve la sombra de Juana, con toda claridad, en la ventana. |
CORO:
|
Escipión
asesinó a cuarenta y dos sujetos porque él consideró, consideró, que a su hija le faltaron el respeto. |
DR:
|
Soy
Daniel el respetuoso seductor, y he venido a cantarle mi amor; adoro su mano - no - no - no - no adoro su pelo - lo - lo - lo -lo adoro su boca... también. |
CORO:
|
Su
padre ha despertado, |
CN: |
de
solo verlo me aterro |
CORO: |
finge
que eres un perro. |
DR:
|
Gua
gua guau, gua gua gua guau. |
LP: |
Ya
se fue, se fue, se fue. |
DR:
|
Juana,
ya sé que es tarde, espero que puedas perdonarme |
CN:
|
Escipión
algo ha escuchado, alguna sospecha abriga, finge que eres una amiga. |
DR:
|
Soy
tu amiga Leonor, y he venido a cantarte mi amor. |
CORO:
|
¡Nooo! ¡No lo has engañado, con gesto amenazador su espada ha desenvainado! Finge que eres un ave, canta como el cuclillo |
DR:
|
¿El
qué? |
CORO: |
El
cuclillo. |
DR:
|
Clu,
clu, clu... No sé , nunca vi un cuclillo |
CORO: |
¡La
grulla, el estornino! |
DR:
|
¡Guau
guau guau! |
CORO: |
¡No,
algún ave! |
DR: |
¿La
gallina es un ave? Co - co - co L a gallina canta co - co ¡co - co - co - co - co - co - co! ¡Ese es el gallo! |
(Entra
MM con una espada en la mano) |
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DR: |
¡Kiriki
- ki - ki - ki - ki! L a gallina: ¡co - co - co - co - co! El gallo le pregunta: ¿kiriki - ki? ¡co - co - co - co! Están los pollitos ¡pío, pío, pío! ¡pío, pío! El gallo le pregunta: ¿kiriki - ki? ¡co - co - co - co! ¿No ves que están los pollitos? ¡pío, pío, pío! ¡pío, pío! ¡co - co - co - co - co! ¡co - co...! (Se percata de la presencia de MM). ¿Cómo le va?¿Cómo le va don Escipión? ¡Qué bonito pijama, qué elegante se lo ve! Parece la sota de espadas... ¿Qué anda haciendo por aquí a estas horas de la noche? |
MM:
|
Cazando
gallinas ¡te mataré gallina! |
DR: |
¡Miau,
guau! Muuu... |
MM:
|
Sólo
un príncipe puede pretender a Juana María del Sagrado Corazón la más noble, la más pura, la hija de Escipión. |
DR: |
Usted
no entiende mi situación, tenía un ilusión ingenua y sincera, ansiaba estar con ella un momento aunque solo fuera; pero ahora comprendo que era una quimera. |
MM:
|
Tu
sinceridad me ha conmovido, nunca me engaño con la gente; veo que eres de sangre noble, y además, honesto y decente; por mi fe: tendrás lo que has pedido. |
DR:
|
¿Y
yo qué he pedido? |
MM: |
Juana
será tu esposa. |
DR: |
Vea,
don Escipión...yo no soy noble. |
MM:
|
El
dinero también da nobleza. |
DR: |
Pero
yo soy muy pobre, y mi familia también; son años que arrastramos
esta penosa situación económica que nos embarga. |
MM:
|
Me
gusta tu franqueza. Te casarás con Juana, de mi decisión me fío, tendréis una boda cristiana. |
DR:
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Hay
algo más: soy judío. |
MM: |
Quien
no escucha ni dialoga tiene el corazón vacío; casaos en la sinagoga, pero que no vaya ni un judío. |
DR: |
Pero,
si voy yo... |
MM: |
Ni
peros ni sermones, yo también he sido joven y entiendo que cuando se ama no debe haber no debe haber condiciones. |
DR: |
Pero,
entonces, ¿consentís nuestra relación? |
MM: |
Sí |
DR:
|
¿Sin
condiciones? |
MM: |
Ajá |
DR:
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¿Y
puedo terminar mi canción? |
MM:
|
Harás
que me emocione. |
DR: |
Juana,
ya sé que es tarde espero que puedas perdonarme; cada noche que pasamos en tu lecho es maravillosa; pero hoy no podré quedarme porque me espera mi esposa. |
MM: |
Hija,
estoy indignado; ¿Es ésto lo que has aprendido? de todo lo que te he enseñado No me importa que sean judíos; no me importa que sean pobres; ¡lo que me indigna es que no les cobres! |
Los cinco componentes de Les Luthiers aparecen en escena, aunque el peso
de la obra recae en el dúo Rabinovich/Mundstock, que en esta ocasión
se expresan cantando y no hablando. Musicalmente encontramos una indudable
impronta de la ópera clásica, lo que explica que, posteriormente,
esta obra sea incorporada al programa de los espectáculos Do-Re-Mi-
Ja!, El Grosso Concerto y Con Les Luthiers y Sinfónica,
todos ellos con el formato de una orquesta que acompaña a Les Luthiers;
en estos tres casos citados se reescribió la partitura de modo que
pudiera ser interpretada con instrumentos clásicos. Por otra parte,
y coincidiendo con el periodo en que el tenor Gustavo López Manzitti
fue reemplazante en Les Luthiers, en algunas representaciones los espectadores
disfrutaron de un espectacular dúo Mundstock/Manzitti, o bien Rabinovich/Manzitti,
pues ocasionalmente sustituyó a uno u otro luthier; sus capacidades
vocales, verdaderamente espectaculares, compensaron otras carencias, y arrancaron
siempre una cálida ovación, ya que además los pasajes
musicales fueron alterados de modo que se luciese al máximo.
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