La Vida Es Hermosa (disuacidio)
Obra nº: 138
Espectáculos:

Bromato de Armonio

Discos: (No)
Vídeos / DVD: Bromato de Armonio

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Versión teatral, espectáculo Bromato de Armonio.
Teatro Coliseo, Buenos Aires, Argentina, 27 de junio, 1998.

MM: Marcos Mundstock - DR: Daniel Rabinovich - LP: Carlos López Puccio - CN: Carlos Núñez Cortés - JM: Jorge Maronna.

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MM:
Entre los personajes trágicos que pueblan la historia y la ficción, tal vez los suicidas sean los que más nos conmueven. Hay que aclarar que, si bien "homicida" es el que mata a un hombre, "regicida" el que mata un rey, la palabra "suicida" no significa, como muchos creen, el que mata a un suizo; no, un "suicida" es alguien que se quita la vida a "sui" mismo. La mayoría de las religiones condenan el suicidio, pero las leyes no pueden hacerlo, ya que el cuerpo del delito y el del delincuente en este caso son la misma cosa. Sin embargo, las legislaciones anglosajonas consideran delito a la tentativa de suicidio, cuando el suicida ha fracasado; en algunos casos, incluso, han llegado a condenarlo a muerte. Tal vez, la única novedad en este tema, tan antiguo como el hombre, sean los modernos servicios de asistencia a potenciales suicidas, y la música sedante y terapéutica de la Suite "La vida es hermosa", que Mastropiero compuso por encargo del CEAS (Centro Estatal de Asistencia al Suicida).
(DR está leyendo el periódico. A pesar de que el teléfono suena insistentemente, no lo descuelga, y en su lugar conecta una grabación automática).
LP:
Usted se ha comunicado con el Centro Estatal de Asistencia al Suicida; en este momento, todos nuestros operadores están ocupados; mientras espera ser atendido le ofrecemos nuestra música tranquilizante preparada por lo expertos del centro; espere un poquito más, no cuelgue, y no se cuelgue.
CN:
Nuestros problemas son solo bobadas,
CORO:
siempre hay personas más desgraciadas.
JM:
La vida los atrapa como en una red
CORO:
y están peor que nosotros,
CN:
por ejemplo...
CORO:
¡Usted!
Olvida esas lúgubres ideas
JM:
¡Va bien, todo va bien!
CORO:
Olvídate, debes olvidarte.
JM:
¡Va bien, todo va bien!
CORO:
Ya lo has olvidado
JM:
¡Ya no te acuerdas de que ibas a suicidar...!
CORO:
¡No, no, no!
Todo va bien
JM:
¡Todo va bien!
CORO:
Muy bien.
JM:
¡Bien!
CORO:
Bastante bien... casi bien... ¡mal!
LP:
¿Problemas?
A los problemas dígale: ¡no me importa!
CORO:
Éste tiene grandes deudas
JM:
No me importa, no me importa.
CORO:
Éste es muy tartamudo.
CN:
No me impo-porta,
no me-me impo-porta.
CORO:
A éste su mujer lo engaña.
LP:
No me importa,
no me importa.
CORO:
Lo engaña con un barbudo.
LP:
¡No me importa!
CORO:
Elegante y muy forzudo.
LP:
¡No me importa!
CORO:
Le decimos el cornu...
LP:
¡¡¡No me importa!!!
DR:
Centro Estatal de Asistencia al Suicida, buenas noches, ¿por qué asunto es?... pero hombre, no se preocupe, ¡la vida es hermosa!... Sí, lo escucho... ajá... ajá... ajá... ¡hopa!... pero hombre, no se preocupe, la vida es hermosa, si al cabo usted tiene un montón de años por delante para gozar, para ser feliz; dígame, ¿qué edad tiene...? ah, ah, ah... sí, no le quedan tantos... pero yo siempre digo que la vida es hermosa, que la vida merece ser vivida; en cambio la muerte, merece ser "morida"... ¡ja, ja! es muy bueno, muchas gracias; ¿el del lorito japonés lo sabe?... Ante todo, según la ordenanza treintaicuatro veintiséis barra ocho, deberá responder algunas preguntas antes de suicidarse; ¿es la primera vez que se suicida?... ¿motivos del suicidio?... ¿que no le pagan en su trabajo? No se preocupe, la vida es hermosa, el Estado lo cuida...
CN:
Ya me siento mejor
porque me ayudará el Estado;
ya me siento mejor...

CORO:
¡mejor me siento a esperar sentado!
DR:
¿Cuál es su trabajo?... Ah, es empleado del Estado... el dinero no le alcanza, ¡no me lo diga a mí: tampoco me alcanza para nada...! No, lo que pasa es que cuando empecé a trabajar aquí me dijeron que me pagarían de acuerdo a mi capacidad; con esa miseria no me alcanza para nada. Las deudas crecen, sí señor, tres créditos tengo, sí. No, no sé, qué sé yo, qué voy a hacer. Y cada vez que pienso en esto le juro que me dan ganas de matarme... ¿cómo que no me ponga así?... ¡Usted me dice eso para darme ánimos!... ¡qué va a ser hermosa la vida! ¿quién le dijo esa mentira? Yo fracasé en todo, ni para este trabajo sirvo; el otro día llamó un hombre, solo alcancé a hablar con él por un momento y se suicidó... ¡sí, pero él no quería suicidarse, había llamado equivocado!