Obra nº: | 120 |
Espectáculos: | El
Reír de los Cantares |
Discos: | (No) |
Vídeos / DVD: | Bromato de Armonio |
MM: |
Cansado de escribir música para las minorías que asisten
a los conciertos, Mastropiero aceptó el encargo de componer el
himno para la convención de admiradores del Doctor Miles Flanagan,
distinguido dentista de Nebraska, convención a la cual concurrieron
miles, eh perdón Miles Flanagan y tres personas más. Por
aquel entonces Mastropiero se volcó francamente hacia la música
masiva. "La música masiva" escribió, "es
más que música, es música + IVA". Pronto comenzó
a componer para las siguientes series de televisión: "Hospital"
que narra la vida cotidiana de un equipo... de fútbol americano;"Masacre"
cruda descripción de típicas escenas familiares, y "El
escuadrón", aventuras del escuadrón de perros adiestrados
de la policía y del simpático comisario Johnson, su mascota.
Se recuerda especialmente su música para la serie policial sobre
el teniente Stanley y el sargento Morrison, titulada "Deber imposible",
mas conocida como "Imposible de ver". A continuación
presentaremos fragmentos del episodio "Quién mató
a Tom McCoffee". La escena en un lugar nocturno de Manhattan, donde
una pianista negra canta las desdichas que sufrió en su infancia. |
CN: | A
veces me pregunto, si de niña yo fui feliz. Todos
me maltrataban, me maltrataban |
JM: | Es
inútil amigo, ella no puede verlo, es completamente ciega. |
MM: |
Oye negra... eh tú negra. |
JM: | Es
inútil amigo, ya le dije que es ciega, ella no sabe que es negra.
Ella cree que es hija de polacos. ¡Oye, te buscan, María
Wrocluvsky! |
CN: | (Toca unos compases de la Polonesa Heroica de Chopin). |
MM: |
Oye tú, la pianista, somos el teniente Stanley y el sargento
Morrison de homicidios. |
CN: | (Tanteando
a LP). Usted no es el teniente Stanley. |
MM: | Correcto,
el teniente Stanley soy yo, él es el sargento Morrison mi ayudante.
Dime ¿conoces a Tom McCoffee, saxofonista, autor de canciones? |
CN: |
Si, pero yo no lo maté. |
MM: | ¿Y
cómo sabes que lo mataron? |
CN: | ¿Eh?,
ah, jajaja, muy bueno eso, eh, eh, bueno… alguna vez tenía
que morir. |
MM: |
Lo encontraron muerto, envenenado con cianuro. |
CN: | ¿Con
cianuro? |
MM: | Sí,
para colmo cianuro en mal estado. ¿Lo conocías o no lo
conocías? |
CN: | ¡Sí!
¿Cómo no lo voy a conocer, si ese hombre era mi marido?¡Oh
pobre Tom! Ya no compondrás más canciones, para que tu
nena las cante. (Llorando) Ahí va la viuda negra, la
viuda negra. |
MM: | Vaya,
vaya. (LP hace ademán de irse). Es una manera de decir,
es una expresión idiomática que denota sorpresa u ofuscación. |
CN: | (Llora). |
MM: |
Bueno, y tú ya no llores. |
CN: |
Vale. |
MM: |
Dime, ¿tú cantaste canciones de Tom McCoffee? |
CN: | Sí,
algunas me las dedicó especialmente... (Se pone a tocar el
piano y no se escucha nada). ¡Cielos no! también me
he quedado sorda. |
MM: | La
tapa del teclado… |
CN: | Algunas
me las dedicó especialmente, como por ejemplo "Eres una
vieja mula borracha", "Tu aliento me sabe a emplasto de aguarrás"
y aquella tan bonita que me dedicó titulada "Despertarme
a tu lado nena" y que dice así: ¡¡¡¡AAAAAAAAAAH!!!! |
MM: | Oye
y ¿tienes idea de quién puede haber asesinado a Tom McCoffee? |
CN: | Sí,
debe haber sido el maldito mafioso Rizos Negros. La última vez
que estuve con Tom, Rizos Negros estaba con él. Ese perfume,
el perfume que usaba Rizos Negros no podré olvidarlo mientras
viva. Yo lo notaba algo raro ese día, me saludó brevemente
y me dijo por lo bajo "sabes nena, alguien quiere matarme y no
confío en Rizos Negros". |
MM: |
Vaya, vaya. (Nuevamente LP hace ademán de irse y MM lo detiene).
Oye tú, el del violín, creo que te conozco ¿tienes
antecedentes policiales? |
JM: | Sí,
creo que sí. |
MM: | ¿Cómo
"creo"? |
JM: |
Lo que pasa es que estuve preso doceaños por violar una norma
sin importancia... Norma González. |
MM: | Oye,
¿así que Tom McCoffee tocaba con ustedes? |
JM: | Sí,
creo que sí. Tom McCoffee, ¡ya nunca nadie tocará
como tú! |
CN: | Ya
no compondrás más canciones. |
MM: |
Dime y ¿tú como te llevabas con Tom McCoffee? |
JM: |
Bien, bien, creo que bien, sí, bastante bien... más o
menos; pero el que no se llevaba bien con Tom era ese tipo, Rizos Negros.
Rizos Negros nos conseguía mercancía. |
MM: | Ah,
les vendía coca. |
JM: | Sí
y a veces también Pepsi. |
MM: | Oye,
¿no habrás sido tú el que mató a Tom McCoffee? |
JM: | ¡No...!
creo que no. |
MM: | Vaya,
vaya. (Como antes). Oye tú, ¿qué hacías
el veintitrés de agosto a las 3:15 p.m.? |
DR: | Estaba
bebiendo un whisky en el Bar de Flora. |
MM: | ¿Y
cómo puedes recordarlo tan rápidamente? |
DR: | Porque
siempre estoy bebiendo un whisky en el Bar de Flora. |
MM: | ¿Y
por qué bebes tanto? |
DR: | Para
olvidar una traición. |
MM: | ¿Qué
traición? |
DR: | Ya
no me acuerdo… creo que da resultado. |
MM: | ¿Tienes
idea de quién pudo haber asesinado a Tom McCoffee? |
DR: | Ideas,
lo que se dice ideas, hace mucho que no tengo. Sólo se que le
debía dinero al degenerado ese de Rizos Negros. Así que
mataron a Tom... ¿Lo mataron? Debe ser por eso que no venía
más por aquí. Tom, hermano, ya no escucharemos el sonido
de tu instrumento. |
JM: | Ya
nunca nadie tocará como tú. |
CN: | Ya
no compondrás más canciones. (Olfateando) ¡Ay!
el perfume Rizos Negros. |
MM: | ¿Sí?
¿Dónde? |
CN: |
El perfume de Rizos Negros, aquí el perfume de Rizos Negros. |
MM: | ¿Dónde? |
CN: | Aquí
el perfume de Rizos Negros, el perfume de Rizos Negros. |
MM: | Busca,
busca. |
CN: | El
perfume, el perfume, encontré el perfume de Rizos Negros, el
perfume... el perfume... Este es el hombre. (Se acerca a LP y de
su gabardina saca una peluca negra). |
MM: | Sargento
Morrison, usted es Rizos Negros ¡qué bonito! |
LP: | ¿A
usted le parece? |
MM: |
Usted mató a Tom McCoffee. |
LP: | Vaya,
vaya, (Sale corriendo, con el teniente detrás). |
CN: | ¡Lo
logramos, lo logramos! el teniente se creyó todo, se creyó
que yo era ciega, el perfume, Rizos Negros... |
DR: |
Se creyó que eras pianista, también. |
CN: | ¡Oh,
Tom McCoffee, ya no compondrás más tus canciones! |
CORO: | Espantosas |
DR: | Ya
no escucharemos más el sonido de tu instrumento. |
CORO: | Horroroso. |
JM: | Ya
nunca nadie tocará como tú. |
CORO: |
Tan desafinado. |
Tom
McCoffe te matamos Pues
nosotros, pobrecitos Y
si fuimos criminales Descansa
en paz |
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Versión teatral espectáculo El Reír de los Cantares.
Teatro Alcalá Palace, Madrid, España, febrero, 1990.
MM:
Marcos Mundstock - CN: Carlos Núñez Cortés - JM: Jorge
Maronna - DR: Daniel Rabinovich - LP: Carlos López Puccio.
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Se
trata de una obra muy interesante por varios motivos; por una parte, aparecen
los cinco luthiers en escena, todos ellos con un papel importante. Musicalmente,
es una hermosa partitura de jazz, por primera vez no compuesta por Ernesto
Acher, varios años ya fuera del grupo. También es curioso
que el gag del la nacionalidad de la pianista negra tomó un sesgo
insospechado; inicialmente se llamaba "María Wrocluvsky",
y era polaca; pero, a partir de cierto día de noviembre de 1999,
y como consecuencia de la feliz sugerencia de un espectador, pasó
a ser "María Sorensen", y su nacionalidad, noruega. Esto
conectaba eficazmente con las alusiones a Noruega dentro de la obra "La
Comisión", del espectáculo Bromato de Armonio, en
cuyo programa aparecía esta pieza. Con el cambio, Carlos Núñez
Cortés trocaba también el breve fragmento de la "Polonesa
Heroica" de Chopin, que quedaba fuera de lugar, por los primeros compases
del "Concierto en La menor" de Grieg.
Aparte de este cambio, hay pequeñas variaciones en cada espectáculo,
pero no afectan apenas a la estructura de la obra.
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