Obra nº: | 109 |
Espectáculos: | |
Discos: | (No) |
Vídeos / DVD: |
———————————————————————————oOo———————————————————————————
Versión del vídeo Viegésimo Aniversario.
Auditorio Palma, Palma de Mallorca, España, 30 de marzo, 1989.
MM:
Marcos Mundstock -JM: Jorge Maronna - DR: Daniel Rabinovich - LP: Carlos
López Puccio.
———————————————————————————oOo———————————————————————————
MM: | Por lo tanto, el compositor húngaro Lajos Himrenhazy compuso la música para la Escena del encuentro en el restaurante, de la pieza teatral Felisa y Abelardo. |
(Marcos llama por señas a Jorge Maronna, ya que es evidente que le falta la primera parte del texto). | |
MM: | Eh, un amigo... el público... (Intentando decirlo con disimulo) ¡La hoja! |
(Jorge
Maronna trae a Marcos una hoja de árbol, y este le hace notar su error). |
|
JM: | ¡Ah, cuadrada, sí! |
(Jorge
Maronna vuelve con una hoja de papel escrita y se la da a Marcos). |
|
MM: |
Supermercado
García Hermanos... arroz 3,50... ¡no, no, no! ¡es carísimo! Bueno, en
fin... ¿qué podemos agregar... sobre el famoso, el célebre compositor
Lajos... eh... Lajos Himrenhazyque no se haya dicho ya? Bueno, el...
se trata de un compositor, un compositor... lo podríamos definir como...
no tanto en el... nació... nació...nació. No, pertenecía a una familia
muy... una familia... provenía de los... era el menor. Cuando nació
era el menor; no, y siguió siendo el menor un tiempo, casualmente hasta
que nació el hermano, en, bueno, en realidad el tema del hermano merecería
un desarrollo un poco más... debo decir, no se sabe, por ejemplo, a
ciencia cierta... si tuvo hermanos. Me refiero, tal vez sí se sepa,
yo en este momento lamentablemente no... no estoy en el... Bueno, y
como toda biografía de un gran compositor, bueno, ya se sabe, lo de
siempre, ¿no? típico, una familia de músicos, que ya desde pequeño lo
van guiando, le van enseñando, lo tiene todo como... o también, típico,
una familia que se opone totalmente... claro, y justamente el caso de
Lajos Himrenhazyes un típico ejemplo... eh... de uno de estos dos casos.
Más aún, yo diría que es un caso intermedio, es un caso intermedio,
que no es que le dijeran: mirá que el futuro, la carrera.
Tampoco le decían no, no vayas; era una especie de si
vos querés... eh... y se ve que quiso. Claro, porque muy pronto
comenzó a tomar sus primeras... a tomar sus primeras... con el viejito
este, ¿cómo se llamaba? el... iban todos ahí... bueno, ahí fue donde...
pero ahí también fue donde conoció, digamos trabó relación, llegaron
a... la que luego sería eh... pero, parece ser que esta muchacha, al
mismo tiempo con otro de los que también iban ahí al... y con uno de
los profesores... decían... y con el portero... sí, digamos que esta
chica se había creado ya un cierto prestigio... sí, que venían gentes
de otros pueblos... bueno, venían y lo primero que... che, decime...
¡buó!. No me acuerdo si fue antes o después... no, fue después,
lo que no me acuerdo es después de qué. Bueno, y claro, lo que sigue
ya, bueno no tiene sentido... ya cualquiera puede... en fin, es una...
tampoco quiero seguir y seguir abundando en detalles... así que yo diría
que pasáramos a presenciar la Escena del Encuentro en el Restaurante,
con música compuesta por Lajos... eh... ¡una música! No, no, una música
que... En fin, no perdamos más tiempo, porque como bien dicen en inglés:
"Time is money": el tiempo es un maní. |
(El público aplaude). | |
MM: |
Les
agradezco mucho los aplausos, pero en realidad yo lo único que hago
es repetir lo que está escrito en la... en la... claro, en este caso
soy simplemente un mero... un mero... un mero. |
(En
escena, Carlos López Puccio con el latín, Carlos Núñez
Cortés con el piano y Jorge Maronna con el contrabajo, comienzan
a tocar una melodía. Daniel Rabinovich dialoga durante toda la
escena con un personaje imaginario, que parece permanecer sentado en
una silla, en el centro del escenario).
|
|
DR:
|
Qué
suerte habernos encontrado en este lugar íntimo y discreto, así podemos
tomar una copa juntos, hacía tiempo que quería hablar con usted. Felisa,
yo quiero insistir en lo nuestro. ¡No, no se vaya! ¡Felisa, no se vaya,
por favor! Por favor, quédese, siéntese. Felisa, se lo ruego, usted
tiene que perdonarme, se lo ruego, Felisa, se lo ruego... (Puccio
toca de forma molesta su latín, en la misma cara de Daniel; Daniel se
dirige a Puccio). A usted también se lo ruego. (A Felisa).
Felisa, usted no sabe lo que yo necesito una mirada suya. (A Puccio).
Ayúdeme, extraiga de ese instrumento los sonidos más conmovedores. |
LP:
|
(A
los otros músicos) ¡Conmovedores para la mesa dos! (Tocan otra
melodía más delicada). |
DR: |
Felisa, usted me inspira los sentimientos más puros. (A Puccio)
Sentimientos puros. |
LP: |
(A
los otros músicos) ¡Los sentimientos salen puros! (Tocan una
melodía aún más delicada). |
DR:
|
...
Y al mismo tiempo una pasión desgarradora. (A Puccio) ¡Desgarradora! |
LP:
|
¿Desgarradora? |
DR: |
¡Sí! |
LP:
|
(Araña
las cuerdas con el arco produciendo un desagradable sonido de desgarro). |
DR:
|
Es
como el gorjeo de los pajarillos después de la tormenta. (A Puccio)
El gorjeo de los pajarillos. |
LP: |
¡Pío,
pío! |
DR:
|
No,
no, no: después de la tormenta. |
LP: |
¡Glu,
glu! |
DR: |
Felisa, lo que yo quiero decirle es que estoy tan ilusionado con este
encuentro, que pienso que... (Los músicos comienzan a tocar una
música rápida, que tapa lo que dice Daniel) |
LP: |
¡Hey! |
DR: |
(A
Puccio, creyendo que han terminado de tocar) Muy bien, muy bien.
(A Felisa) Felisa... |
LP: |
(A los músicos) Dice que muy bien. (Los músicos inician de
nuevo la música rápida, tapando a Daniel) |
DR: |
... lo que yo quiero decirle es que estoy tan ilusionado por este encuentro
que pienso que podríamos... |
LP: |
¡Hey! |
DR: |
(Como
antes) Muy bien, muy bien. |
LP: |
(A
los otros músicos) Dice que vamos muy bien. (Tocan de nuevo) |
DR: |
Felisa, lo que yo quería decirle es que... (se calla y se tapa con
las manos esperando el grito de Puccio, pero los músicos dejan de tocar;
entonces, se destapa). |
LP:
|
(A
traición) ¡¡Hey!! |
DR: |
¡Termine
con esa música! |
LP: |
(A
los otros músicos) Dice que quiere la otra música. (Comienzan
a tocar la música del principio) |
DR: |
Basta, basta; no lo soporto más. |
(Los
músicos paran de tocar, sueltan los instrumentos inmediatamente, pero
toman otros y comienzan un bolero). |
|
CORO: | No
lo soporto más, ese amor que me mata, no lo soporto más... |
DR:
|
¡Basta! |
(Los
músicos dejan de tocar). |
|
DR:
|
Felisa,
desde que usted dejó de hablarme añoro la cadencia de sus palabras,
echo de menos esa melodía... |
LP: |
¡Acá
está! |
(Los músicos comienzan a tocar la melodía del principio). | |
DR:
|
¿Usted
otra vez? ¡Váyase de aquí! |
(Puccio
deja de tocar y se va). |
|
DR:
|
(A
Felisa) No, usted no, por favor, quédese. |
LP:
|
(Creyendo
que es a él y comenzando a tocar) ¡Me parecía! |
DR: |
(A
Puccio) ¡Váyase de aquí! (A Felisa) Usted quédese, quédese
(A Puccio) ¡Váyase de una vez! (A Felisa) ¡Quédese!
(Alterna entre Puccio y Felisa cada vez con mayor rapidez; la melodía
se reinicia y corta una y otra vez) ¡Váyase! ¡Usted quédese ahí!
¡No toque más! ¡¡No toque más!! (A Puccio) No toque más, si
hace lo que le pido le pagaré. (A Felisa) ¡No, no se lo decía
a usted, estaba hablando con él! ¡Cómo podría estar pensando en pagarle,
ha sido un malentendido; empecemos todo nuevamente. |
LP:
|
(A
los músicos) ¡Todo nuevamente! (Tocan la música del principio) |
DR: |
(Resignado,
a Puccio) Bueno, está bien, toque. (A Felisa) No, a él
le decía que toque. Felisa, usted tiene que perdonarme por lo que pasó
el otro día en la playa. Reconozco que estuve muy impulsivo, pero usted,
¿por qué escapó de ese modo, a la vista de todo el mundo? Sí, es cierto
que yo corría detrás de usted, dando aullidos, pero yo corría para reparar
mi falta, Felisa, solo quería devolverle su traje de baño; comprendo
que está ofendida conmigo, que me exige una satisfacción; yo puedo darle
muchas satisfacciones, Felisa. Vea, conozco un lugar precioso, rodeado
de pinos, con un lago, las montañas... no parece un motel. Felisa, deme
otra oportunidad, Felisa pienso todo el día en usted; cada día que pasa
pienso más en usted; pienso en el momento en el que usted accederá por
fin a mis requerimientos, y me pregunto, en ese sublime instante, ¿qué
me habrá de suceder? |
(Puccio
toca en ese instante una escala descendente en "glissando"). |
|
DR: |
Felisa, deme otra oportunidad, se lo suplico... ¿en serio?... entonces,
¿me perdona? ¿usted también me ama? ¡Soy el hombre más feliz del mundo! |
(Daniel se acerca a los músicos, y se estrechan las manos, mientras los felicita). | |
DR: |
¡Muy
bien, felicitaciones! ¡Gracias, muy bien, estoy muy satisfecho! No tenía...
(mirando de pronto hacia el foro) ¡Ahí viene Felisa! ¡Esta
vez viene de verdad! ¡Toquen, toquen! |
(Suena
de nuevo la melodía inicial, mientras bajan las luces). |
———————————————————————————oOo———————————————————————————
Versión del vídeo Grandes Hitos.
Teatro Coliseo, Buenos Aires, Argentina, 29 de marzo, 1995.
MM:
Marcos Mundstock - JM: Jorge Maronna - DR: Daniel Rabinovich - LP: Carlos
López Puccio.
———————————————————————————oOo———————————————————————————
MM: | Y
en consecuencia, Lajos Himrenhazy compuso la música para la "Escena
del encuentro en el restaurante", de la pieza teatral "Felisa
y Abelardo". (Falta la primera hoja). Un amigo... el público...
¡La hoja! |
JM: | ¡Ah,
cuadrada, sí, sí! |
MM: | Eh...
¿qué podemos agregar... sobre la... la biografía
del famoso, del célebre compositor Lajos... eh... Lajos Himrenhazy
que no se haya dicho ya? O que sí se haya dicho. Bueno, este
es un..., es un compositor... eh... nació... nació...
nació. Provenía de una... pertenecía a una... era
el menor. Cuando nació fue el menor. No, y siguió siendo
el menor un tiempo, casualmente justo hasta el día en que nació
el hermano, aunque en realidad no se sabe a ciencia cierta, eh... si
es que tuvo hermanos o no, me refiero, tal vez sí se sepa, yo
en este momento lamentablemente no... Y bueno, y como toda biografía
de un gran compositor, bueno, ya se sabe, una familia de músicos,
que desde pequeño lo estimula... o por el contrario, una familia
que tiene un gran rechazo por todo lo que sea... y el caso de Lajos
Himrenhazy es un típico ejemplo... de uno de estos dos casos.
Eh, bueno, no, no, en realidad yo diría que es un caso, un caso
intermedio, claro, que no es que le dijeran: "¡mira, tú
tienes que ir!". Tampoco le decían: "¡No, no
vayas!"; era una especie de "bueh, si tú quieres"...
Y así fue como tomó sus primeras... sus primeras... con
el viejito este, ¿cómo se llamaba? sí, que iban
todos ahí... bueno el asunto es que ahí fue donde tomó
sus primeras... pero ahí también fue donde conoció
a su primera... pero parece ser que esta muchacha, al mismo tiempo con
otro de los alumnos que también concurrían ahí
al... y con uno de los profesores... (decían)... y con el portero...
digamos que esta chica se había creado ya un cierto prestigio
de... no, que venía gente de otros pueblos... claro, venían
y preguntaban... "dime, ¿tú conoces?"... "¡jo,
jo jo!". No me acuerdo si fue antes o después... no, no,
fue después, fue después; lo que no me acuerdo es después
de qué. Y eh, bueno, en fin, luego... eh, en fin, no quiero,
no quiero seguir abundando en detalles, no quiero hacerles perder más
tiempo, porque como bien dicen en inglés: "Time is money":
el tiempo es un maní, así que... bueno yo les agradezco
mucho los aplausos pero en realidad lo único que hago es repetir
lo que esta escrito en la... en la... claro en este caso yo soy simplemente
un mero... un mero... un mero. Así que pasemos ya a presenciar,
como les decía, la "Escena del Encuentro en el Restaurante",
que pertenece a la pieza teatral... eh, bueno, la que les decía
¿no? que es justamente la que lleva música del famoso
compositor Lajos... eh... Lajos "Mzblussfuasfuas" |
DR: |
Felisa, qué suerte habernos encontrado en este lugar íntimo
y discreto, así podemos tomar una copa juntos, hacía tiempo
que quería hablar con usted. Felisa, yo quiero insistir en lo
nuestro. ¡No, no se vaya! ¡Felisa, no se vaya, por favor!
Por favor, quédese, siéntese. Felisa, se lo ruego, usted
tiene que perdonarme, Felisa, no sea tan cruel, Felisa, perdóneme,
se lo "ímploro"... se lo imploro. Por favor, dígale
que tiene que perdonarme. |
LP: | Perdónelo. |
DR: |
Ayúdeme, extraiga de ese instrumento los sonidos más conmovedores. |
LP: | ¡Conmovedores
para el señor! |
DR: |
Felisa, usted me inspira los sentimientos más puros. Sentimientos
más puros. |
LP: | ¡Puros
para el señor! |
DR: |
Y al mismo tiempo una pasión desgarradora, ¡desgarradora!
Sí, desgarradora ¡Es como un terremoto, Felisa! Un terremoto. Y a la vez es como el gorjeo de los pajaritos después de la tormenta. El gorjeo de los pajaritos. |
LP: | ¡Pío,
pío! |
DR: |
No, no, no... después de la tormenta. |
LP: | ¡Glu,
glu! |
DR: | Felisa,
lo que yo quiero decirle es que... |
LP: | ¡Hey! |
DR: | Muy
bien, muy bien. |
LP: |
Muy bien . |
DR: | Felisa,
lo que yo quiero decirle es que... |
LP: | ¡Hey! |
DR: |
Muy bien, muy bien... |
LP: |
Que vamos bien. |
DR: |
Felisa lo que yo quiero decirle... |
LP: | ¡Hey! |
DR: | Muy
bien, muy bien ¡Termine con esa música! |
LP: | La
otra música. |
DR: |
Basta, basta; no lo soporto más. |
CORO: | No
lo soporto más, |
DR: | ¡Basta!
¡Osóoo! Felisa, desde que usted dejó de hablarme
añoro la cadencia de sus palabras, echo de menos esa melodía... |
LP: | ¡Acá
está! |
DR: | ¿Usted
otra vez? ¡Váyase de aquí! No, usted no, por favor, quédese. |
LP: | ¡Ah! |
DR: | ¡Váyase
le digo, váyase de aquí! No, no quédese, quédese
¡Usted váyase! ¡Que se quede! ¡Váyase!
¡Que... que... quédese ahí! ¡No toque más!
¡No toque más! No toque más, si hace lo que le pido
le pagaré. ¡No, no se lo decía a usted! ¿Cómo
podría pensar en pagarle?, esto ha sido un malentendido, Felisa;
empecemos todo de nuevo. |
LP: | ¡Todo
de nuevo! |
DR: |
Bueno, está bien, toque. No, a él le decía que
toque. Felisa, usted tiene que perdonarme por lo que pasó el
otro día en la playa. Reconozco que estuve muy impulsivo, pero
usted, ¿por qué escapó de ese modo, a la vista
de todo el mundo? Sí, es cierto que yo corría detrás
de usted, dando aullidos, pero yo la corría para reparar mi falta,
Felisa, sólo quería devolverle su traje de baño.
Comprendo que está ofendida conmigo, que me exige una satisfacción;
yo puedo darle muchas satisfacciones, Felisa. Vea, conozco un lugar
precioso, rodeado de pinos, con un lago, las montañas... no parece
un hotel (*). Felisa, deme otra oportunidad, pienso todo el día
en usted; cada día pienso más en usted; pienso en el momento
en el que usted accederá por fin a mis requerimientos, y me pregunto,
en ese sublime instante, ¿qué me habrá de suceder?
¿qué me habrá de suceder? Felisa, deme otra oportunidad,
se lo ruego amor mío... ¿en serio Felisa?... ¿entonces,
acepta?, ¿usted también me ama? ¡Soy el hombre más
dichoso del mundo! ¡Muy bien!, muchas gracias. |
LP: | ¿Está
bien? |
DR: |
Sí, bien, salió fenómeno, estoy contento por que
no... ¡Ahí viene! ¡Ahí viene! ¡Esta vez viene de verdad! ¡Toquen, toquen! |
(*) Aunque en el vídeo se escucha "no parece un hotel", esta frase fue grabada en el proceso de edición, pues leyendo los labios se adivina que la frase que pronuncia es "no parece un picadero"; este término, picadero, se entiende bien al menos en Argentina y en España, pero posiblemente no en otros países, y por eso posiblemente se cambió por el más conocido pero también menos gracioso de hotel. |