|
|
DR: | ¡Ay
doctor, me duele todo! |
MM: |
Como le decía antes, usted está somatizando. A usted se
le van a ir todos los dolores el día que pueda elaborar sus conflictos. |
DR: | Sí,
para ustedes los psicólogos es fácil elaborar los conflictos…
¡tienen elaboración propia! |
MM: | Bueno,
yo no digo que sea fácil, pero usted tampoco tiene problemas
tan terribles. |
DR: | ¡Sí! |
MM: | Salvo
que haya algún recuerdo reprimido, o algo que este ocultando,
o que este negando. |
DR: | ¿Negando
yo?, no, no. Lo que pasa es que aparte de la tesis tengo muchos problemas
con la música. ¿Yo le hice escuchar las cosas que compongo
en mis ratos libres? |
MM: | Sí.
Usted debería tratar de estar siempre ocupado. |
DR: | Lo
que pasa es que soy muy inseguro, doctor, a veces odio las cosas que
compongo. |
MM: | Bueno,
eso es lógico. |
DR: | ¿Cómo
que es lógico? |
MM: | No,
no, digo que a muchos compositores les pasa lo mismo. |
DR: | ¿Muchos
compositores odian las cosas que componen? |
MM: |
No, odian lo que usted compone. |
DR: | Soy
muy exigente conmigo mismo; yo tendría que ser menos perfeccionista. |
MM: | ¿Menos
todavía? |
DR: |
Yo debería aprender de mi tía Clarita. Ella sí
que disfruta de la música sin ninguna exigencia; se junta con
otra anciana como ella, doña Rosarito, y juntas toman el té,
charlan y hacen música sin ninguna exigencia. |
(Caen
las luces que iluminaban a DR. y MM. y se encienden otras sobre CN.
y JM.) |
|
CN: | ¡Cuánto
polvo! ¡Cuánto polvo! Una se mata limpiando y no luce.
Dieciocho años hace que tengo la casa cerrada, ¡y sigue
entrando polvo!, ¡sigue entrando polvo! |
JM: |
Hola Clarita |
CN: | ¡Qué
bien que se la ve, querida! |
JM: | ¿Cómo
está, querida? |
CN: | Pero,
déjeme que la mire un poco, ¡qué maravilla! |
JM: | ...Los
años no pasan para usted... |
CN: | ...Qué
linda que se la ve querida... |
JM: | ...
Se mantiene muy bien, esta preciosa…. |
CN: | ¡Ay
querida! |
JM: | ¡Qué
lindo le quedan los claritos! |
CN: | ¡Qué
maravilla ese trajecito sastre que se ha traído! |
JM: | ¡Ese
collar de perlas cultivadas! |
CN: | ¡Le
queda ni que pintado! |
JM: | ¡El
cinturón de mostacillas! |
CN: | …Y
los zapatitos son una maravilla, me tiene que dar la dirección. |
JM: | …Y
las pantuflas de gamuza… |
CN: | ¡Se
ha afeitado el bigote, querida! |
JM: |
Sí. |
CN: | Le
queda muy bien, sin embargo. |
JM: | Gracias.
Le traje unas masitas caseras. |
CN: | ¡Ay!
No se hubiera molestado, querida. ¡Cuánto hacía
que no venía a hacer música conmigo! |
JM: | Es
verdad, deberíamos juntarnos a tocar más a menudo. ¡Ay!,
cambió los muebles de lugar. |
CN: | Ah,
sí. ¿Cómo se dio cuenta? |
JM: |
Y, allí donde está el perchero, había otra cosa. |
CN: | ¡Ay,
tiene razón! ¡Claro! Ahí estaba el sillón
mi difunto marido, el Arnolfo. Y sí, lo saqué. |
JM: |
Sacó el sillón. |
CN: |
No, saqué al difunto, lo llevé de nuevo a la bóveda.
Una no puede vivir aferrada a los recuerdos. |
JM: |
Hace muy bien, Clarita, ¡hay que seguir viviendo! |
CN: | En
el verano es mejor que esté en la bóveda, allí
está más fresquito. ¿Se acuerda cómo le
gustaba nuestra música? |
JM: | Sí. |
CN: | Había
algo en la música que le fascinaba. |
JM: | ¿Qué
sería, no?, porque era sordo como una tapia. |
CN: | Cuando
yo tocaba el piano, él se quedaba conmigo, horas y horas. Se
quedaba quietecito. Con decirle que cuando se murió, nos dimos
cuenta tres días después. En fin, Rosarito, ¿qué
le parece si tocamos alguna canción? |
JM: | Sí,
¡hay que seguir viviendo! A ver qué pieza eligió
para hoy. |
CN: | A
ver esta, "Pasión bucolíca". |
JM: | Ah,
es divina... pero le falta el acento. |
CN: | ¡Ah!,
"Pásion bucolíca". |
CN+JM: | En
estos bellos jardines sopla una brisa de vida. Quiero olvidar para siempre las ilusiones perdidas... |
JM: | ¡Ay!...
hablando de perdidas, ¿sabe que se casó la Betty? |
CN: | ¿La
Betty? |
JM: | Se
casó con el farmacéutico, un solterón que le lleva
treinta y cinco años. Ah, y le cuento que se casó de blanco.
|
CN: | ¿La
Betty de blanco? |
JM: | No,
no, ¡el farmacéutico! |
CN+JM: | El
canto de los pajaritos inflamando nuestros pechos piu piu piu pi-pío piu piu piu pi-pío. Crisantemos y malvones, musgos, líquenes, y helechos... |
CN: | Helechos...
helechos, hablando de helechos, nunca me voy a olvidar lo que me dijo
el Arnolfo en el lecho de muerte. |
JM: | ¿Qué
le dijo? |
CN: | "Vieja,
traeme un sánguche de mortadela". |
JM: | ¿Y
cómo? ¿estando tan mal? |
CN: | No,
si estaba lo más bien. No, lo que pasa es que el Arnolfo, a nuestra
cama matrimonial la llamaba "el lecho de muerte". Decía
que era la muerte de sus ilusiones. Sí, el Arnolfo era así,
poco demostrativo; pero me quería ¿eh?, me era fiel. ¿Y
usted, Rosarito, nunca pensó en casarse? ¿nunca estuvo
de novia? |
JM: |
No. Tuve mala suerte con mis pretendientes. Una vez un muchacho, ingeniero,
me mandó una cartita citándome en una confitería,
pero qué tonta, me equivoqué de hora y cuando llegué,
el ya se había ido. La segunda vez que me citó me fijé
bien en la hora… y me equivoqué de día. Pero al
fin salimos varias veces... con el mozo de la confitería. |
CN+JM: | Los
querubines beatos que por nosotros velaban... |
CN: | Velaban…
velaban, hablando de velar, hoy fui a tres velorios. |
JM: | ¿Todos
conocidos suyos? |
CN: | No,
ninguno. No, ¿sabe lo que pasa?, yo me fijo en el diario, en
las necrológicas, y voy a todos los velorios que puedo. Entro,
les doy el pésame, me tomo un anís, lloro un poquito…
bueno, ¡no es lo mismo que si fueran parientes!... |
JM: | ¡No,
claro! |
CN: | …
pero yo la paso bien igual. El Arnolfo nunca me quiso acompañar,
¡no le gustaban los velorios! ¡Tenía cada manía!
Él era así, poco demostrativo; pero me quería ¿eh?,
me era fiel. |
JM: |
Ahora que dice manía…. un pretendiente que tuve, era sargento
del ejército y tenía la manía de la disciplina.
Una vez llegué tarde a una cita y me tuvo media hora haciendo
salto de rana y cuerpo a tierra. |
CN+JM: | Se
oye el canto del arroyo en la orilla humedecida glu glu glu glu glu-glu glu glu glu glu glu-glu. Confesaste tu pasión, me ofreciste nueva vida... |
CN: |
Nueva vida… ¡Año nuevo, vida nueva! La verdad es
que tengo tantos lindos recuerdos del Arnolfo… Me acuerdo de una
vez... que casi se muere. Los médicos no se ponían de
acuerdo. |
JM: |
Ah, ¡como siempre! |
CN: |
Uno decía que era el hígado, otro que el corazón,
otro que los riñones... |
JM: |
Sí, sí, los médicos siempre discutiendo por menudencias. |
CN: | Lo
tuvieron que operar de urgencia, de una peritonitis aguda. Estuvo muy
grave. |
JM: | ¿Pero
era grave o aguda? |
CN: |
Ay, me acuerdo cuando salió el cirujano y me dice: "Señora,
lo perdimos en la operación" |
JM: | Ay
Clarita, ¡qué momento! |
CN: | Por
suerte lo encontraron enseguida. Se había escapado del quirófano.
¿Sabe cómo hicieron para encontrarlo? |
JM: | No |
CN: | Fueron
siguiendo la sonda. Se había escondido en la sala de enfermeras. |
JM: | Ay…
¡qué pícaro! |
CN: | ¡Tenía
cada manía el Arnolfo! Él era así, poco demostrativo,
era… medio imbécil; pero me quería ¿eh?,
me era fiel. Al final lo agarraron entre varios y lo operaron. Ay, cuando
salió el médico y me dice: "Señora, su marido
estuvo a punto de morirse", yo le dije: "No se preocupe, doctor…
otra vez será". |
JM: |
Ay, hablando de doctores, había un muchacho que era veterinario,
que también estaba interesado en mí. |
CN: | ¿Un
veterinario? ... tendría un interés científico.Ay,
eso me hace acordar el día que me lo trajeron al Arnolfo, ¡se
había caído del caballo! Yo, con el apuro, me equivoqué
y lo llevé a una clínica para la caída del cabello…
el pobre se había fracturado el cráneo. |
JM: | ¿Y
qué le hicieron? |
CN: | Un
masaje capilar. |
JM: | ¡Ay,
ahora que dice cráneo me hizo acordar! Me tiene que dar la receta
del flan de coco. |
CN: | Pero
sí, querida, ¿para qué la quiere? |
JM: | Lo
quiero hacer esta noche. Invité a cenar a Gutiérrez, el
pedicuro. ¡Hay que seguir viviendo! |
CN+JM: | Me
declaraste tu afecto pero luego me olvidaste... |
CN: | Nunca
me voy a olvidar la noche aquella cuando me lo trajeron al Arnolfo.
Estaba a la miseria, pobre santo. Le pregunté al doctor: "¿será
alguna comida que le cayó mal?", y va y me dice: "No
señora, una cornisa que le cayó justo". |
JM: | ¿Cómo
será Gutiérrez en privado? Como pedicuro es muy galante,
siempre me dice: "Rosarito, a sus pies", "la llevo en
mi corazón como una uña encarnada". |
CN: | "La
autorización, me tiene que firmar la autorización",
me dijo el doctor. Yo miré el papel y le dije: "¿Pero
qué tiene que ver mi pobre Arnolfo con una autopista?, ¿eh?
¿qué tiene que ver?" |
JM: | Lo
que me gusta del pedicuro es que es soltero, sin hijos, sin compromisos… |
CN: | "No
señora", me dijo el doctor, "autopista no..., ¡autopsia!".
Y yo le dije: "y bueno, hágala, total, mal no le puede hacer". |
JM: | No
quiero saber nada con, divorciados, viudos, y mucho menos, casados.
Ya tuve una aventura con uno y estuvo muy bien. Fueron años de
encuentros apasionados, pero ahora nunca más. ¡Arnolfo
hubo uno solo! |
CN: | ¿Cómo
dijo, Rosarito? |
JM: | No,
digo que, hay que seguir viviendo |
CN: | Es
como usted dice, Rosarito, hay que seguir viviendo. |
JM: |
Es como usted dice que yo digo, hay que seguir viviendo. |
CN+JM: | Viva
la vida, viva el amor
|
Obra nº: | 105 |
Espectáculos: | |
Discos: | (No) |
Vídeos / DVD: | Humor
Dulce Hogar Lutherapia |
———————————————————————————oOo———————————————————————————
Versión teatral espectáculo "Lutherapia"
Teatro Gran Rex, Buenos Aires, Argentina, 29 de mayo, 2009.
DR:
Daniel Rabinovich - MM: Marcos Mundstock - CN: Carlos Núñez
Cortés - JM: Jorge Maronna.
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———————————————————————————oOo———————————————————————————
Versión teatral espectáculo Humor Dulce Hogar.
Teatro Colón, Bogotá, Colombia, 12 de abril, 1986.
CN:
Carlos Núñez Cortés - JM: Jorge Maronna.
———————————————————————————oOo———————————————————————————
CN: | ¡Cuánto
polvo, cuánto polvo! Una se mata limpiando y no luce; dieciocho
años que tengo todas las ventanas cerradas y sigue entrando polvo,
sigue entrando polvo... Y para colmo ya está por llegar Rosarito,
que se fija en todo. Esa debe ser Rosarito ¡Ya va! Adelante querida,
adelante... |
JM: | Hola
Clarita ¿cómo está? |
CN: | ¿Cómo
le va, querida, pero qué bien que se la ve... |
JM: | ¿Cómo
está? |
CN: | Déjeme
que la mire, ¡ah! pero qué divina que está, querida... |
JM: |
... se cambió el peinado... |
CN: |
... se ha comprado un trajecito sastre nuevo... |
JM: |
... ay, ese collar de perlas cultivadas es una belleza... |
CN: |
... qué lindos los zapatitos que tiene, querida, qué maravilla,
se ha dejado la barba, querida... |
JM: |
... y le traje unas colaciones. |
CN: | Querida,
no se hubiera molestado, querida. |
JM: |
Ay... cambió los muebles de lugar. |
CN: |
Ah sí. ¿Cómo se dio cuenta? |
JM: |
Y, acá donde está el piano... había otra cosa.
|
CN: | ¡Ay,
tiene razón! Ahí estaba el pobre difunto Arnolfo. |
JM: |
Ah, claro, sí, sí, sí. |
CN: |
Y sí, lo saqué. Una no puede vivir aferrada a los recuerdos.
|
JM: |
Hace muy bien, Clarita, hay que seguir viviendo. |
CN: | Sí,
querida. Todos los veranos lo vuelvo a poner en la bóveda, allí
está más fresquito. |
JM: |
Claro, seguro, sí, sí. |
CN: | ¿Se
acuerda cómo le gustaba la música? |
JM: |
Sí. |
CN: | ¡Cómo
la escuchaba! |
JM: |
Sí..., quietito. |
CN: | ¿Qué
le parece si tocamos alguna canción, eh? |
JM: | Ay
sí, claro, a ver cuál tiene para hoy, Clarita. |
CN: | A
ver esta, divina, esta es divina. A ver esta... ¿la sabe? esta... |
JM: |
A ver, esta... sí. |
CN: |
Ay, qué suerte que la sabe. |
JM: |
No la sé. |
CN: |
¿Cómo? ¿no dijo "esta sí"? |
JM: |
No, no, no, no, estaba leyendo el título... "Ésta-sis...
de amor", no la sé. ¿Y esta otra? "Pasión bu-co-lí-ca". |
CN: | Sí,
esa es divina. Pero está mal acentuada. |
JM: |
Ah..."Pásion bucolíca". |
CN: |
Eso, sí. Mejor toquemos esa, sí, un, dos, un, dos... |
CN+JM: | En
estos bellos jardines |
JM: | Ah...
hablando de perdidas... ¿sabe que se casó la Betty? |
CN: |
¿La Betty? Ay, pobre... |
JM: | ¿Pobre?
Pobre el marido. Ah, y le cuento que se casó de blanco. |
CN: | ¿De
blanc...? ¡Hay que ser descarada! |
JM: |
No, no, no, el marido se casó de blanco. |
CN+JM: | El
canto de los pajaritos |
CN: |
Helechos, helechos... nunca me voy a olvidar lo que me dijo el Arnolfo
en el lecho de muerte. |
JM: | Ay,
¿qué le dijo? |
CN: | "Vieja,
traeme un sánguche de mortadela". |
JM: | ¿Y
cómo? ¿estando tan mal? |
CN: |
No, si estaba perfectamente. |
JM: | ¿No
dijo "lecho de muerte"? |
CN: | Ah,
sí, murió en ese lecho... pero muchos años después.
|
JM: | ¡Ah! |
CN: |
Lo que pasa es que el Arnolfo, a nuestra cama matrimonial, le llamaba
"el lecho de muerte". |
JM: |
Ah, por eso... ¿por qué? |
CN: |
Porque decía que era la muerte de sus ilusiones. |
CN+JM: | Los
querubines beatos, |
JM: |
Ay... velar..., me olvidé de ponerle la vela a San Pantaleón,
y es para la salud. |
CN: |
Rosarito, Rosarito, en lugar de tantos santos, usted debería
tener un médico, querida. |
JM: | Ah,
no, no, ¿para qué? Si con los santos me arreglo. Estoy
sanísima. |
CN: | ¿Seguro?
|
JM: | Seguro.
Lo único... el juanete, pero eso me lo arregla el pedícuro.
Hace cuarenta y siete años que voy donde el mismo pedícuro. |
CN: | Aunque
sea debería tener un ginecólogo. |
JM: | Todavía
no necesito. |
CN: |
Al menos debería hacerse un "papanicolau" |
JM: | ¿Es
algo del Vaticano? |
CN: |
Pero no, Rosarito, el "papanicolau" es para enfermedades de
señoras. |
JM: |
Entonces será "mamanicolau". |
CN+JM: | Se
oye el canto del arroyo |
CN: |
Nueva vida, nueva vida... "Año nuevo, vida nueva",
siempre lo decía el difunto. |
JM: |
Ay, qué alegre. |
CN: | Sí,
era muy alegre. Me acuerdo, casualmente, aquella vez para año
nuevo... |
JM: | ¿Qué
pasó? |
CN: | ¡Cómo
se descompuso el Arnolfo! Me dejó la sala hecha un asco. Los
médicos no se ponían de acuerdo. |
JM: | Ah,
como siempre. |
CN: | Uno
decía que era el hígado, otro que el corazón, otro
que los riñones... |
JM: | Ah,
sí, sí, sí, los médicos siempre discutiendo
por menudencias. |
CN: | ¿Sabe
lo que me dijo uno? |
JM: |
No. |
CN: |
Que era un problema que venía arrastrando de hacía mucho.
|
JM: | ¿Una
pierna? |
CN: |
No, una hernia. Lo tuvieron que operar de urgencia. |
JM: |
Ay, no me diga. |
CN: |
Ay, cuando salió el cirujano y me dice: "Señora,
lo perdimos en la operación". |
JM: | Ay
Clarita, ¡qué momento! |
CN: |
Por suerte lo encontraron enseguida. Se había escapado del quirófano. |
JM: |
Ah. |
CN: | ¿Sabe
cómo hicieron para encontrarlo? |
JM: |
No. |
CN: | Fueron
siguiendo la sonda. Estaba ahí tirado en un pasillo, una cosa
horrorosa... |
JM: |
¡Ay, Clarita, me acordé! Me tiene que dar la receta de
la natilla. |
CN: |
Pero sí, querida, si es una bobada, ¿para qué la
quiere? |
JM: | La
quiero hacer esta noche. |
CN: |
¿Esta noche? ¿Por qué? |
JM: |
Es que... viene a comer el pedicurista. |
CN+JM: | Me
declaraste tu afecto pero luego me olvidaste... |
CN: |
Nunca me voy a olvidar la noche aquella cuando me lo trajeron al Arnolfo.
Estaba a la miseria, pobre santo. Le pregunté al doctor ¿será
alguna comida que le cayó mal? Y va y me dice: "No señora,
una cornisa que le cayó justo". No se movía, no hablaba...
|
JM: | Hablar,
hablar, ¿de qué hablaremos con el pedicurista? Sí,
hablar y nada más, ¿eh?, él no puede esperar otra
cosa, jamás lo he autorizado. |
CN: | "La
autorización, me tiene que firmar la autorización",
me dijo el doctor. Yo miré el papel y le dije: ¿Pero qué
tiene que ver mi pobre Arnolfo con una autopista? ¿Eh? ¿Qué
tiene que ver? |
JM: |
Ay, tiene que ver las cosas que pasan. Una mujer sola tiene que saber
decir que no. |
CN: | "No
señora", me dijo el doctor, "autopista no..., autopsia".
Y yo le dije: Y bueno, hágala, total, mal no le puede hacer.
|
JM: | Él
no puede hacer nada si yo no se lo permito. Empezaremos conversando,
y bueno, ya veremos cómo sigue... |
CN: | "Sigue
estacionario", me dijeron en la autopsia. "Tranquila, señora",
me decían, "tranquila"... |
JM: |
Tranquilas las manos, ¿eh?, porque si no me pongo a gritar...
|
CN: | A
los gritos salió la enfermera, salió con el Arnolfo en
brazos, me lo muestra y me dice: "La felicito señora, es
un varón". |
JM: |
Ah, sí, sí, él es un varón, pero yo soy
una mujer decente, y tengo una forma de vivir. |
CN: |
Y... hay que seguir viviendo Rosarito. |
JM: |
Es lo que yo siempre digo Clarita, hay que seguir viviendo. |
CN: |
Es como usted dice, hay que seguir viviendo. |
JM: | Es
como usted dice que yo digo, Clarita, hay que seguir viviendo. |
CN+JM: | Viva
la vida, viva el amor, |