Conocido
en su entorno como Neneco, Daniel Rabinovich fue una persona extraordinaria
por su carisma y su gracia natural, idolatrado en media docena de países.
Músico, actor, payaso adorable, quien fuera probablemente el miembro
más histriónico de Les Luthiers era también escritor,
escribano (notario), violinista —e intérprete de otros veintiún
instrumentos—, folclorista, campeón de billar, pescador de tiburones,
coleccionista de autos, aficionado al bridge, asador admirado, jugador de
truco imbatible, piloto de helicópteros esporádico y protagonista
de una vida social fuera de lo común.
En
este libro, el periodista Pablo Mendelevich reconstruye no sólo su
trayectoria artística sino también la vida personal del Daniel
Rabinovich menos conocido. Los testimonios recogidos –entre sus familiares
y compañeros de grupo, los amigos más célebres y los
más personales– amplían la mirada sobre los aspectos íntimos
de un artista fundamental que quedará, por siempre, en el corazón
de su público.