Primer
libro de relatos cortos de Daniel Rabinovich, miembro de Les Luthiers. El
título es de por sí una declaración de intenciones, ya
que el humor nada tiene que ver con esta obra. El prólogo corre a cargo
de Joan Manuel Serrat, y también hay una interesante entrevista al
autor de Magdalena Ruiz Guiñazú. Decir que los relatos son autobiográficos
sería absurdo, ya que a menudo las historias están protagonizadas
por personas bien diferentes del autor, pero sin duda este ha plasmado gran
parte de su mundo interior en estas pequeñas historias, bien escritas
y a menudo bastante inquietantes. Su calidad ha propiciado varias reediciones,
y una segunda parte.