Esta
obra reivindica la figura de Carlos Iraldi, el primer "luthier de Les
Luthiers", amigo y colaborador de Gerardo Masana, quien fundara el grupo.
Iraldi es el responsable de muchos instrumentos informales, que construyó
hasta su muerte, en 1995. En el libro se da un repaso a su vida, con especial
énfasis a su relación con Les Luthiers.